Las bebidas energéticas son bebidas funcionales no alcohólicas con un efecto estimulante y una combinación especial de ingredientes característicos como cafeína, taurina, vitaminas u otras sustancias con efectos fisiológicos o valor nutricional. Las bebidas energéticas pueden contener otros ingredientes como glucuronolactona, aromas u otras sustancias. Las bebidas energéticas son una categoría de bebidas relativamente nueva en Europa. El término “bebida energética” es algo ya establecido y reconocido en todo el mundo. Las bebidas energéticas están disponibles con diferentes recetas y múltiples sabores, tanto con azúcar como con variantes sin azúcar, de modo que el consumidor puede elegir la opción que se adapte más a él.
¿En qué se diferencian de los refrescos convencionales?
Las bebidas energéticas se diferencian de los refrescos convencionales en su funcionalidad y composición única. Las bebidas energéticas son bebidas no alcohólicas que contienen sustancias funcionales. Entre ellas se encuentra normalmente la cafeína y vitaminas hidrosolubles añadidas, generalmente una selección de vitaminas del grupo B. Las bebidas energéticas contienen, además, taurina y otras sustancias con efectos fisiológicos o valor nutricional. También se añaden a las bebidas energéticas algunos aromas y aditivos admitidos para su uso en refrescos.
En cambio, los refrescos convencionales son bebidas no alcohólicas aromatizadas que son consumidas por la población general (incluyendo niños) especialmente debido a su sabor refrescante. Existe una amplia oferta de sabores diferentes. Los refrescos tradicionales están compuestos por una mezcla de agua y aromas que normalmente contiene gas para conseguir un efecto refrescante.
Los refrescos pueden estar endulzados con azúcar o edulcorantes. Esta categoría incluye también los refrescos de cola, que suelen contener cafeína como aromatizante en cantidades inferiores a las bebidas energéticas. En general, los refrescos no contienen otros ingredientes funcionales.